Por Pablo Aranda Manrique
2010
BOLIVIA EN EL
ENTORNO SOCIOPOLÍTICO
No hay historia
sino la historia mundial, el hombre representa al universo.
Para
el psicólogo Carl Jung el hombre es la representación del universo, en su
teoría de los arquetipos hace referencia a que nuestra conducta tiene el referente
de la historia, por lo tanto como individuos por nuestro inconsciente colectivo
heredamos el pasado, esta concepción de la realidad se hace efectiva cuando analizamos
los procesos sociales y sus condiciones económicas, políticas y religiosas. Por
lo tanto Ranke al traducir a Andre Gunder Frank, nos muestra que “no hay
historia sino la historia mundial”, con esta línea de pensamiento diría que la
historia de Bolivia, es la historia del mundo, por lo tanto lo que le sucede a
ala sociedad boliviana, en cualquier corte de tiempo, se ha dado ya en otra
sociedad o es producto de algún comportamiento social de los pueblos en
anterior momento histórico.
Esta
lógica de pensamiento, nos embarca en el análisis del comportamiento
eurocéntrico, son cinco mil años que dan un referente cultural y educativo a
nuestras anteriores generaciones el “mundo antiguo” en Afroeurasia durante al
menos los últimos cinco mil años” (Frank: 200 p.1), de la misma manera la
influencia de la concepción del nuevo mundo descubierto por Colón estará
enraizado en nuestro inconsciente colectivo, por eso interpreto el pensamiento
indígena boliviano, que insiste en liberarse de 500 años de colonización, sin
embargo a cada paso encuentra un arquetipo del cual no puede liberarse, una
difícil tarea ya que nuestro pensamiento al encontrarse con el pensamiento
europeo fusionó o incorporó todo el pensamiento mundial conocido hasta el
momento el encuentro.
El
sistema mundial contemporáneo tiene como referente el sistema mundial propio,
ya que el mundo conocido hasta entonces,
me refiero antes de la conquista española, incorporaba una manera de actuar
propia de ese contexto, posiblemente sistemas propios en la Nueva América ,
habría podido ser incorporados a los europeos y de hecho la lógica misma de
cualquier aculturación tiene como resultado la incorporación de factores de
influencia, sin embargo es indudable que quienes ejercen el poder o la ley del
mas fuerte en procesos de encuentros culturales, tendrán también la posibilidad
de incorporar más de su pensamiento al menos
fuerte. La acumulación del capital, sería para ese mundo contemporáneo, la
forma de comportamiento económico, frente a qué, seguramente a otros encuentros
con otros pueblos, otras realidades y en otros contextos.
En
este proceso de acumulación de capital encontramos una forma que para el siglo
XVI sería lo moderno, de ahí que el pensamiento actual es “un sistema mundial
moderno” (Gills y Frank: 1992 p. 2), sin embargo este período que abarca hasta
1492 es analizado por Wallerstein que localiza el origen del moderno
sistema-mundial en el noroeste de Europa del siglo XVI, el equilibrio en estas
posiciones se da cuando contextualizamos los hechos históricos que promovieron
este desarrollo.
Si
aceptamos el concepto de un sistema mundial moderno basado en el corte de 1492,
es indudable que por la falta de registros escritos no tengamos un referente en
la América de
su organización económica, son los cronistas quienes nos permiten hacer una
inferencia de cómo era la organización quechua, basada en el ayni, la minka, el
tupu. Mientras que la organización económica colonial ya nos revela hibridismos
como la mita que parecen ser sistemas que conservan su estructura de
ancestrales prácticas organizativas integrales en lo social y lo económico, en
esta línea, si se demuestra que el nuevo orden en el sistema mundial, no nace
con el descubrimiento de América, sino con el comercio mismo, el sistema de
acumulación del capital sea visto con las categorías del materialismo
dialéctico o a la luz de la cosmovisión andina es un orden proyectado en el arquetipo del hombre y
en su subconsciente colectivo que lo
hace mercantilista.
La producción en
Bolivia desde el siglo XVI.
Por
las crónicas también tenemos referencia de una economía basada en la minería,
se habla de que la corte quechua tenía una organización social segmentada pero
no solamente se dedicaban a la agricultura o a la ganadería, la recolección,
tratamiento y seguramente intercambio o simple producción de metales preciosos.
La panaca real constituida por diez ayllus custodio, requería ornamentación,
esta, obligaba a depurar la producción de oro. La economía del siglo XVI,
basada en el oro y la plata, encuentra en la América la posibilidad de que Europa equilibre su
economía y logre hegemonía en el continente, sin embargo los Estados no pueden
sobrevivir con una economía solo de consumo, la plata y el oro de América se
acaba y el orden mundial encuentra en la mercancía su nueva base de poder. De
ser colonia pasamos a ser independientes y no conocemos más relaciones
económicas que la explotación minera y algo de agricultura que se subsume en el
consumo interno.
Bolivia
como nueva república mantiene su imagen de explotación minera con nuevos
dueños, los herederos de la forma de administrar la economía que por su
juventud prolongada basa su economía en la minería, el mercado, sigue siendo el
mismo y las condiciones las mismas, con inmensas zonas boscosas, llanuras para
el cultivo, nuestro país tiene solamente rostro de altiplano y montañas, será
nuestra manera de claudicar, al no pasar de ser minera a país agrícola o
maderero. Ante este panorama, si no cambia su economía el país no cambia su
forma de organización social, los indígenas que desde la colonia son mano de
obra barata, antes incluso una relación de esclavismo, son la base y el motor
de la economía pero así como la mercancía, esa fuerza de trabajo se va
desgastando y acabando, el promedio de vida de un minero pasó de los cuarenta
años a un poco más sin embargo, si no hay progreso no hay industria y tampoco
un boliviano preparado para esa nueva forma de economía.
Un
país minero por excelencia, adolece de falta de industrialización, es más fácil
explotar los recursos naturales hasta el agotamiento que hacer nuevas
inversiones y formar otro perfil de hombre boliviano, hasta este punto considero
que al comparar un hombre asiático, con un hombre boliviano, la diferencia es
de actitud. La actitud está dada en oriente por una cultura que no es cómoda,
el Japón no tiene tierras, no tiene ganadería, no tiene bosques, pero tiene
personas. Una sociedad avanza de acuerdo a su economía y se refleja en la
formación de su gente, la marcha al oriente boliviano se realizará a partir de
la concepción de incorporar al indígena en niveles de producción no solo como
fuerza de trabajo sino como motor del desarrollo productivo.
Un lento proceso
de transformación
Las
grandes transformaciones son procesos que requieren que el Estado tenga una
política económica basada no solamente en las exportaciones y en la explotación
de los recursos naturales, la idea de cambio que trajo la revolución de 1952,
al incorporar al indio en la sociedad mediante el voto universal, la redistribución
de tierras con la
Reforma Agraria y la idea de mejorar la educación con el
Código de la Educación ,
traerían a Bolivia una ola fresca de modernidad, sin embargo al no tener
industrias una gran masa de obreros que exigen ser tratados como masa proletaria,
no encuentra sino algunas fábricas que ya se cierran.
La
década de los sesenta nos encuentra en una etapa de consolidación de lo que
sabemos hacer bien acabar con la minería y exportar petróleo, al perder
territorios en la contienda bélica con Paraguay, treinta años después nos damos
cuenta que por sus precios además el petróleo nos mantendría por un buen
tiempo, notable error pensar que el despegue del país estaría de la mano con un
Estado que solo tiene la óptica del vivir de recursos naturales, “Los países ricos en recursos naturales no son los más
desarrollados” (Schuldt: 2006 p.71), con
el tiempo se comprende que los gobiernos de entonces hasta la década de los
setenta jugando a ser democráticos y dictatoriales no desarrollan políticas
económicas que se sobrepongan a los cambios mundiales, se comprueba que cada
vez que hay una crisis grande se pierde el control sobre la política monetaria
y tenemos inflación.
En
los setenta en Bolivia se regocija en la solicitud permanente de mano dura y el
gobierno del General Banzer, parte de un plan latinoamericano por tener
regímenes militares, consuela a la población con la permanente asignación de
bonos a los la administración pública y el magisterio fiscal, por siempre en
nuestro país, el sueño dorado consiste en ser empleado del gobierno,
funcionario público, profesor de escuela, policía ó militar. Si el sueño de
todo joven es gozar de los favores del Estado, también será en la edad adulta
gozar de una renta, el rentismo en nuestro medio es parte de la oferta del bien
vivir, pero“…una
mentalidad rentista… afecta particularmente a los países latinoamericanos
productores de petróleo” (Schuldt: 2006 p.71), esta mentalidad está en la
razón de cada boliviano.
Nuestra mirada a treinta o cuarenta años de historia
nos confirma la sentencia “Una característica del desarrollo en nuestro país es
la lentitud con la que nos transformamos” (Grebe: 2008), por lo tanto
ingresamos a los ochenta con una mirada firma a diversificar la producción y
esa marcha al oriente tan nombrada, recién se manifiesta ya que la distracción
de la política se concentra en el occidente del país y mientras el oriente tomó
otro cariz, con la soya, antes la
castaña, se da un giro al pensamiento económico boliviano.
De país minero a país petrolero un realidad efímera.
Así como se
acabó la minería por que la economía mundial cambió de forma de expresarse en
oro o en plata y hoy vamos viendo el final del papel moneda para ingresar en
una economía que tiene como base el dinero virtual, desaparece el dinero y la
tarjeta que con ayuda de la informática lo remplaza, de la misma manera, el
petróleo para un país que quiere sostenerse a partir de la exportación del gas,
de la misma manera en unos años más la industria automotriz que aún lucha y se
detiene en su crecimiento industrial, por que los grandes dueños y
comercializadores no permiten que la electricidad remplace a la gasolina. En
este análisis del sistema mundial, se hace presente como primera condición el
que el ser humano así como es heredero de la historia, debe estar preparado
para los cambios que tiene el pensamiento y el conocimiento que lo
moderniza, será preciso también que el Estado
reconozca que se alcanza la modernidad no por condición solo social sino por
una base natural que es la economía, si solo el país atiende a cambios sociales
y no se inscribe en el desarrollo
mundial, es posible que vaya a zumbiré, como hemos visto antes primero por esa
mentalidad de querer ser rentista y segundo por cerrarse en reivindicaciones
sociales y de raza, mientras que el mundo sigue avanzando y nuestros vecinos,
en este caso los países de Latinoamérica al mantener una política económica
estable que se enriquece con el barniz social, permite estas modificaciones a
las políticas públicas.
Pasamos de ser mineros a petroleros, sin embargo en
ambos casos por la falta de infraestructura, tecnología y actitud como sociedad
civil, a la explotación solamente, qué hay del tratamiento y de refinación en
este caso de la materia prima, pues esta pregunta queda sin respuesta por que
hemos sido educados para ser buenos obreros y vivir del Estado, no para ser administradores,
gerentes y de esta manera sostener una industria que derive de la explotación de
lo que nos toca por naturaleza. “El petróleo ya no
será capaz de sostener el consumo derivado de la opulencia de las naciones más
desarrolladas y del posible crecimiento de los países del Sur” (Sánchez: 2005
p. 38), con esta sentencia, debemos considerar los países que producimos
petróleo que, también los países compulsivamente consumidores, pronto aceptarán
los cambios de la economía mundial y pasarán sus pobladores a tomar conciencia
de la importancia de cuidar la salud del planeta, y adoptarán políticas
públicas basadas en una buena educación para el buen vivir, que consistirán en
el menor consumo y ahorro de todo tipo de energía a lo que la industria ya
tiene una respuesta, sobre todo al reemplazo de carburantes por energéticos más
puros y de menor riesgo de contaminación.
Considerando
el desarrollo de los países no solamente de la región se aprecia que aquellos
que adoptaron la industria del petróleo una vez consolidadas sus economías por
lo tanto la actitud de su población, “Noruega… la extracción de petróleo comenzó cuando ya existían sólidas
instituciones económicas y políticas democráticas institucionalizadas” (Schuldt:
2006 p.72), por tanto un afán menos rentista de pensar, sin duda la economía
responderá a criterios de productividad y en nuestro país la década de los
setenta, se caracterizó por una estabilidad y hasta cierto auge, por debajo
había un endeudamiento tal que recién en los ochenta se ve el desastre causado por un Estado de
bienestar como diría Amartya Sen, pero basado en la tranquilidad de que la
mono-producción salvaría de la inflación, situación menos cierta en el consuelo
de los países latinoamericanos.
“Ese proceso de
sobreendeudamiento, vivido en los países exportadores de petróleo durante los
70, se repite en la actualidad, pero con algunas diferencias. El auge petrolero
de aquella época encontró a los países petroleros, particularmente a los
latinoamericanos, como Venezuela y Ecuador, con una economía menos dependiente
del exterior”. (Schuldt: 2006 p. 76).
Hoy
el endeudamiento no podrá ser cubierto en Bolivia ya que nuestro gas podría
estar menos requerido y condicionado a negociaciones internacionales, en las
cuales aún no tenemos aciertos por basar nuestra actual política en la
reivindicación social, más que en la apertura de mercados y la inclusión de
nuestra producción en procesos de globalización. “Las piezas del desarrollo no
caen todas juntas en el mimo momentos”. (Grebe: 2008). En este momento el
riesgo que corremos en un momento en el que la economía mundial atraviesa por
dificultades que de alguna manera influyen en nuestro país, aunque no de manera
gravitante por las reservas económicas. Momento propicio sería para adoptar
líneas que respondan a las necesidades del mercado mundial, fomentando nuestro
pensamiento de país que ya no es minero y pronto menos petrolero.
A la sombra de la característica de ser primario-exportador.
El comportamiento de la economía basada en el boom petrolífero, es como la pasada
temporada en el que los minerales tuvieron un repunte y el país volcó sus
esperanzas en las empresas mineras, poblaciones enteras como Potosí y Sucre se convirtieron en ciudades caracterizadas
por un elevado costo de vida, un crecimiento
desmedido que en pocos meses se agotaría y retornaría a sus cánones
habituales pero con una carga social de ciudades repletas de gente en algunos
casos desempleados y que al no retornar a sus lugares de origen constituyen una
gran mas popular que encuentra en la economía informal la posibilidad de
sobrevivir, por consecuencia incrementando los cinturones de pobreza que poseen
las ciudades que tienen la mirada puesta en una exportación primaria.
Hoy el análisis se centra en la posibilidad de hacer
de Bolivia un país que ponga la mirada en el sector agroindustrial, en la
posibilidad de mejorar los procesos de calificar industrias manufactureras, sin
embargo el problema es geopolítico, lo agroindustrial esta en el sur del país,
la política gubernamental, se apoya en el occidente del país con una base
anclada en un discurso de cambio, pero de rechazo a la inscripción en procesos
de globalización al sesgar la opinión de que la globalización e propia de ciertos sectores neoliberales que
están siendo juzgados por la momentánea baja de sus inversiones, de esto
procede la característica de “nuestras economías primario-exportadoras, que
puede rastrearse hasta la
Colonia : su carácter de enclave… el sector exportador está
aislado del resto de la economía”. (Schuldt: 2006 p.77). Por esto la
importancia de ver el efecto que causa este aislamiento, sumado a otro gran
peligro que es el de encontrar en la posibilidad de que los países buscando petróleo
lo encuentren y la oferta al ser más que la demanda, ocasione una baja de
precio mundial, ante esta situación Bolivia podría quedar con su producción de gas
netamente para el consumo interno, con la contraparte siguiente, que al tener
un precio menor al de lo acordado, puede proliferar el contrabando.
La explotación de recursos naturales no renovables
puede dar paso a reforzar a los “estados poderosos” como diría Shuldt, por lo
cual se aprecia la debilidad de los estados nacionales “ El debilitamiento del
Estado-nación da paso a su "desterritorialización" (Gudynas), un
fenómeno… en las zonas de extracción minera o petrolera” (Schuldt: 2006
pp.77-78), consolidar procesos de fortalecimiento de industrias y producción diversificada
nos llevará a un crecimiento primero regional, segundo territorial y por lo
tanto como país, hay la concepción en Bolivia de que podría crecer solo el
departamento y no así el total del país, si la política de Estado permitiría la
descentralización se lograría este efecto mientras que hoy se observa que
departamentos cuyo suelo es beneficiado con la explotación de petróleo por
ejemplo, tienen un crecimiento poblacional a veces pero no mejora la calidad de
vida de esas poblaciones, la herencia que dejó la minería en el departamento de
Potosí es una muestra de este abandono y falta de desarrollo sostenible.
Bolivia en el concierto Latinoamericano
Era necesario en este análisis, comprender el contexto
desde el cual se puede opinar a cerca de la importancia del ver el sistema
mundial, a la luz de un país que ve con desconfianza, primero a sus hermanos y
segundo a sus vecinos, desconfianza digo por que Bolivia poseedora de
inconmensurables recursos naturales, por falta de políticas de seguridad y valoración
de sus propiedades ha sido objeto de constantes amenazas por la mirada mas que
todo de países vecinos a territorios ricos en guano, salitre, consecuencia la
guerra del pacífico y por consiguiente una mutilación y posibilidad de comercio
exterior, segundo la contienda con el Paraguay y por consiguiente campos
petrolíferos perdidos, y antes la campaña del Acre y la pérdida de territorios
ricos en goma. Para esos momentos históricos lo que se perdía eran territorios cuya
producción estaba en un punto máximo debido a la necesidad de que sus derivados
sean de primera necesidad para la subsistencia de ese tiempo.
Hoy Bolivia con la susceptibilidad propia de un país
vulnerable, es tímida en su inserción en mercados en los que se requiere la
integración, en este momento histórico procesos de integración son aquellos que
fortalecerían los mercados y las regiones podrían beneficiarse en la medida en
la que se conciban acuerdos y alianzas estratégicas, de esta manera se podría
tener una cultura de la negociación, con esta manera de vivir, podríamos estar
comunicados y ligados a procesos regionales en Latinoamérica de tal manera que
nos inscribamos en el contexto mundial. Sin embargo la pregunta es ¿qué
ofrecemos?, en que estamos altamente calificados para insertarnos en un mercado
competitivo,
AMÉRICA LATINA RENTISMO
Y DEMOCRACIA
En esta parte analizaremos la inserción de América
Latina en los escenarios geopolíticos de la globalización, siendo que por sus
características geográficas, es considerada la reserva del mundo, desde su aire
por la pureza de sus bosques lluviosos, el agua que por sus cumbres nevadas en
la cordillera de los Andes, proporciona ricas vertientes y aguas minerales, de
la misma manera su suelo rico para el cultivo y sus cerros aún guardan
minerales y piedras preciosas, y la industria sin chimeneas también tiene gran
tajada en nuestro continente, el turismo en sus diversas ofertas hace de este
sur un atractivo para visitantes e inversionistas.
¿América Latina una sociedad de riesgo?
En este momento en el que los ojos están puestos en
Los Estados Unidos y Europa, que se puede decir de América Latina que pareciera
tener, en su generalidad y por sus reservas económicas, buen granero para pasar
la crisis, sin embargo las crisis económicas por los adelantos actuales y la
modernidad, ya no serán las incidencias las que en los años treinta devastó
EEUU y Europa. Hoy las potencias y los países en desarrollo tienen una hermenéutica
de respuesta más rápida que en los treinta, sin embargo, veremos que “El
discurso de los riesgos empieza allí donde termina nuestra confianza en nuestra
seguridad y deja de ser relevante cuando ocurre la catástrofe potencial.” (Beck:
2002 p.1). Por lo cual se aplica a América Latina, en cuanto aún se siente
amenazada por la consecuencia de la crisis Estadounidense, mas que todo
observando que el efecto de la crisis afectó incluso a países asiáticos en
menor medida. Hoy la región si se ve amenazada por que principalmente la
exportación del petróleo tendrá un consumo interno, también su población es de
alto riesgo, de ahí que los procesos migratorios altos, que son parte del
ingreso de divisas a los países, podrían acabar en cualquier momento.
Inicialmente
es muy difícil según Beck determinar la línea que divide el bienestar de la
crisis “los riesgos y la percepción de los riesgos son "consecuencias no
deseadas" de la lógica de control que domina la modernidad” (Beck: 2002
p.2). Estos riesgos requieren la participación de expertos que no solamente
diagnostiquen la situación sino que sean sujetos de credibilidad, más que todo
por que las características políticas, rebasan toda ciencia y se considera que
los expertos en la problemática mundial solo desean mantener un modelo
económico. Controlar o solo en diseñar políticas para controlar el riesgo,
ofrecen un clima de incertidumbre que puede apoderarse de la región. Cuando el
río suena, piedras trae dice el refrán, bueno el momento en el que se piensa en
el riesgo es que se pierde la seguridad “la trampa del riesgo, que es en aquello
en que el mundo se puede convertir en la forma preceptiva del riesgo” (Beck:
2002 p.2).
Pero
los nuevos riesgos son globales y locales, “glocales” dice Beck, esta posición
podría llevarnos a pensar que la producción de Latinoamérica que al temer sobre
su inserción en el mundo globalizado, colapse desde su interior cuando su
oferta, similar entre países, llegue a saturar un determinado mercado.
Venezuela con Petróleo, Bolivia tiene la misma intención, de seguro que
inundará mercados que al saturarse bajan en precio. La solución es lo que llama
su autor como utopía de la modernidad en cuanto la busca como modernidad
responsable, esta característica influiría sobre cómo piensa el hombre no con
la actual actitud, de reprocharnos solamente por la salud del planeta y con
movimientos ambientales caer en propuestas retóricas de ámbito político, sino
en una concepción seria de una sociedad en riesgo, cual si fuera un sujeto,
explica su creador para darle un peso radical en cuanto se encuentra presente y
es latente en toda sociedad.
En
esta sociedad de riesgo yo incluiría aquellas características que son propias
de momentos históricos que explican y justifican el desarrollo a partir de la
violencia, América Latina, aún lleva
fresca en la memoria el estigma de los gobiernos militares que a guisa del
desarrollo, manipularon económicamente y políticamente al Estado, evidentemente
esa sociedad de riesgo que es incorporada como sujeto, en las décadas de los
setenta y ochenta, se constituyeron en bastiones de períodos en los que se
observó grandes avances inclusive grandes planes que en el lenguaje de Edgar
Jesús Velásquez se denomina Doctrina de la Seguridad Nacional.
Esta respuesta a la sociedad de riesgo se justifica en cuanto la seguridad
nacional estaría amenazada, sin embargo la respuesta violenta es la dictadura
militar, por lo tanto se militariza la economía, se militariza la industria “la
institución militar, al servicio de las clases dominantes, asume una ideología
específica y se proyecta como un superpoder instaurado en el Estado burgués”
(Velásquez; 2006 p. 2). De este tipo de regímenes se plagó Latinoamérica en los
setentas y ochentas.
La respuesta una
zona de paz andina
Como
vimos en el desarrollo de este análisis, América Latina, por sus características
en su desarrollo, requiere, unirse, formar una sola América que es un deseo
atribuido al Libertador Simón Bolívar, en un pensamiento universal una sola
América, sin embargo, pudo más el divisionismo y como consecuencia el retraso
en el desarrollo de los países sudamericanos, o por lo menos la no igualdad.
“De manera general, los países andinos enfrentan condiciones adversas de acceso
a los mercados de los países desarrollados” (Grebe: 2006 p. 8), hoy en día, es
difícil que ingresemos en mercados europeos precisamente por las fuertes
condiciones de calidad que no pueden ser cubiertos por los países
Latinoamericanos que desean exportar. Otro factor que no permite una buena
relación con los mercados es que la demanda es muy grande en relación a las
condiciones artesanales en las que se realiza la producción que muchas veces no
alcanza a producir de acuerdo a la demanda que se genera en el mercado.
Si
antes los gobiernos dictatoriales buscaban la doctrina de la seguridad
nacional, hoy en democracia participativa se puede aplicar las características
de zona de paz “Los atributos… de una zona de paz incluyen… las políticas
nacionales de desarrollo institucional, económico y social, junto a las de
seguridad y defensa.(Grebe: 2006 p. 12), con esta propuesta de finales de los
ochenta y consolidadaza el 2001 en La
Paz por lo delegados del MERCOSUR, la Comunidad Andina
y Chile, se pretende cubrir estos temores de inseguridad como ciudadanos y como
Estado, asegurando procesos de cooperación e incluso de seguridad alimentaria.
El nuevo
desarrollismo de Bresser-Pereira
Cuando
observamos en nuestros países latinoamericanos calidad en acabados, una
prolijidad artesanal, también veíamos una mano de obra barata, que de acercarse
a los países superdesarrollados, podríamos estar en el mismo nivel, sin
embargo, si antes decíamos que en Bolivia los cambios y los procesos son
tardíos y tediosos en la implementación de procesos de desarrollo, de la misma
manera en América Latina, encontramos procesos en los que marcadamente se dan
por la fuerza del querer un desarrollo basado en la necesidad de implementar
estrategias nacionales de desarrollo.
La
actitud del latinoamericano se ve altamente motivada en cuanto se le habla del
riesgo de perder ciertas concesiones como latinoamericanos, ese momento la
unidad va más allá, como algún estudioso mencionó que solo el football, une. El
desarrollismo no fue una teoría económica, sino una estrategia nacional de
desarrollo (Bresser: 1989 p.122).
Retomamos
la idea de que el desarrollismo tiene su base en la creación de una estrategia
de carácter psicológica que hace del individuo un ser más social que no cambia
por que el resultado de la economía en su forma sino que mantiene su actitud
como política de Estado, sin variar la corriente de la economía. Este carácter es importante de ser analizado,
ya que los cambios que se producen actualmente en América Latina, son
estudiados, analizados y anunciados a partir de un cambio radical en la
economía, hay la tendencia de destruirlo todo para comenzar de nuevo, el
objetivo de los cambios siempre es la economía, se habla de cambios
trascendentales y de nuevas estructuras, parece que es mas convincente el
anunciar tal hecatombe cual si se fuera a salvar el país por su economía.
Qué pretende en este
nuevo desarrollismo planteado por Bresser, “un ahorro público positivo… Mandato
triple para el Banco Central: inflación, tipo de cambio y empleo” dice Bresser,
este sueño dorado permitiría el despegue de Latinoamérica, Estado que genere
empleos tiene mayor posibilidad de sobrevivencia. En cuanto a la función de los
Bancos Centrales, radica en la “compra de reservas o control del ingreso de
capitales” , el nuevo desarrollismo, encuentra a cada país como una “la
sociedad nacional solidaria", en este sentido la propuesta de
desarrollismo como decíamos en la primera parte de este análisis, dependerá del
contexto y del corte histórico, el marco en el que se daba en América Latina en
los años 50 y 60 en la
Argentina en el comentario de Bressler, en el siglo XXI las
condiciones son otras y este desarrollismo tendrá que vencer la barrera de las
reivindicaciones raciales y de tipo étnico, tema que ocupa en este momento por
ejemplo a Bolivia.
América
Latina y su comportamiento democrático.
Parto del momento en el
que América Latina tiene un Estado nuevo y con poca experiencia en relación a
sus muchos años de esclavitud y coloniaje, se aprende a administrar el Estado
de acuerdo a cómo lo administran los padres en este caso, los colonizadores,
una administración dura que no tiene una sociedad civil sino un conglomerado de
súbditos de su majestad el rey. Jóvenes estados que después de la república
despiertan a una autogestión que es más fácil que se parezca a lo conocido que
es como funcionaba. Hoy nos debatimos en estados que tratan de inscribirse en
la totalidad a nivel mundial y otros que al haber sido muy maltratados se
convierten en líderes de procesos que no son acordes al pensamiento del mundo
globalizante.
Los estados en su
generalidad tenían características de gobierno que tiene la esfera
administrativa muy distante del pueblo, sin una sociedad civil, el Estado en
manos de herederos de colonizadores y que en su condición de criollos ostentan
el poder al tener cierta cantidad de tierras, por esto los estados “nacen originalmente
oligárquicos, adquieren rasgos democráticos fruto de las demandas sociales que
problematizan sobre todo la equidad distributiva”(Oszlak: 2007 P. 48). Sin embargo no se crea
que los mismos interesados en las relaciones de poder del Estado son los
protagonistas del cambio, absolutamente incierto, son los que saben jugar a la
democracia quienes se encaraman como líderes del oprimido y ostentan el poder a
partir de una redistribución de la tierra. Hasta hoy la dinámica es una buena
redistribución de la tierra, pero en nuestro caso no a costa de su condición de
originario, sino por el contrario, debería ser de quien tiene la habilidad y la
actitud suficiente para hacer trabajar la tierra y de esa manera reciba ayuda
del Estado para estar inscrito en un plan de desarrollo local y regional.
El análisis anterior va conjuncionado
con el pensamiento Latino Americano del carácter demócrata de su accionar como Estado,
en primer lugar encontramos un sistema democrático que se quiere alcanzar y en
segundo lugar un “modo de organización
social antes que de democracias, Estados democráticos y sistema democrático” (Oszlak: 2007 p. 62), este “modo de organización social” se entiende
como otra manera de ver los estamentos de la sociedad a partir no solamente de
las jerarquías administrativas del poder sino la posición que ocupan en los
estamentos del Estado. Un sistema democrático va más allá de un simple posicionamiento,
considero que primero traza políticas de Estado relacionadas primero con la
economía y segundo por la educación y tercero por la salud y las demás áreas
del actuar humano y no necesariamente en ese orden. En este punto habrá que incidir en la
gobernabilidad democrática en el sentido en el que no solamente consiste en
tener un parlamento con dos cámaras, sino en la transparencia, lo más
inmaculada posible, en un mundo que ya esta factorizado a partir de potencias
que tienen intereses multinacionales.
Pero qué hay de loa democracia interna
en los países de América Latina, cumplen esa hermenéutica de ser democráticos
en su interior para ser bien representados en el parlamento y así velar por sus
regiones, parece que el centralismo en la administración del Estado nos ocupa
de tal manera que la mirada miope hacia la realización o consolidación de un
sistema democrático no pasa por este momento. “Asuntos
de gobernabilidad cuando los gobiernos subnacionales forman bloques de
oposición contra el centralismo del Estado nacional “(Oszlak: 2007 p. 50). Esta característica del
centralismo se relaciona con los bloques de oposición que impiden la
gobernabilidad o el otro extremo que hay un rodillo parlamentario que piensa
que la democracia solamente es la votación cuando hay mayoría que se convierten
en una especie de dictadura en democracia.
América Latina
y en un modelo de Estado nacional regulador económico
Al concluir esta segunda parte de
análisis, al profundizar en la importancia de que América Latina este
inserta en un mundo globalizado,
simplemente como vehículo de comunicación para jugar las mismas reglas del
mercado, con las que juegan los demás conglomerados nacionales que han superado
la barrera de la república y hoy se constituyen en grandes gestores del
desarrollo regional, por lo tanto del desarrollo local. En este punto,
observamos que se puede incorporar el criterio de globalización, sin embargo no
perder la posibilidad de construir una sociedad civil que tenga una actitud de
cooperación, triunfo y pensamiento arraigado en la defensa de su territorio y
de su región. Este proceso tiene que ver en cómo el Estado deja de ser
solamente beneficiario y fomentador del hombre y mujer con mentalidad de
rentista, para formar un ciudadano responsable que no solo piense en
esquilmarle al Estado para ser su principal consumidor y empleador, en otras
palabras ser juez y parte.
El Estado hasta hoy ha sido el mayor
empleador de los países Latinoamericanos, el pensamiento del siglo XXI va
totalmente en la otra dirección, es prioritaria la posición de formar una
sociedad civil que no libere al Estado de su carácter regulador sino por lo
contrario que este Estado se aliviane de carga dejando en manos de iniciativas
privadas como sostiene Oszlak en 2007 página 54:
“El problema no es si liberar al mercado del
Estado o regular el mercado, sino diseñar mecanismos institucionales que
induzcan a los agentes a comportarse de una manera colectivamente beneficiosa
frente a mercados incompletos e información imperfecta”
Como
bien dice el autor mencionando a Przeworsky “la eficiencia del sistema
económico” depende del rol que juegue el Estado en las relaciones con la
empresa privada, con los empleadores, con los sindicatos y las ONGs, de esta
manera participan la sociedad civil en el Estado. Pretender que jóvenes
naciones se comparen con el comportamiento de antiguas estructuras que están
presentes en el mercado internacional. Sin embargo si aún esta en construcción
de la sociedad civil y por lo tanto los lineamientos de cultura de paz, de ahí
la importancia de reactivar este proyecto de Paz Andina, que permitirá una
mejor rearticulación con los componentes antes mencionados.
Es
momento de elaborar un Plan Nacional que posea políticas públicas que respondan
a la necesidad de una alianza estratégica entre los Estados Latino Americanos.
América
Latina hoy en el contexto mundial, goza de salud al echar mano o solo de saber
que posee reservas que, con una buena política económica basada en el
fortalecimiento del mercado interno, que bien sabe hacer podría mantener una
expectativa como respuesta de la región al mundo, sin embargo el rentismo del
que tratamos producto de el auge minero-petrolero y la migración a los países
europeos y a los Estados Unidos, podría ser fatal, ya que en algunas regiones
queda más población femenina y de niños. Se espera de la región que en esta
efervescencia de la posición de Venezuela acompañada por Bolivia y otros
países, no cierre fronteras y se disponga en un diálogo fraterno con toda la
región de tal manera que se amplíen las exportaciones, se permitan además
nuevas exportaciones hacia el mundo que en esta etapa de austeridad,
posiblemente disminuya el consumo de artículos suntuarios pero no así de
alimentos, vestido y energéticos. En este caso nuevas exportaciones
agropecuarias harían que América Latina, repunte en este momento de crisis mas
que todo en Estados Unidos y Europa.
Las
estrategias de desarrollo actuales tendrán que poner su mirada en las “fuerzas
motrices… ampliando las exportaciones con valor agregado” (Grebe:2008), esto
permitiría diversificar a la vez la relación económica, comercial, financiera y
tecnológica, considerando que en materia por ejemplo de alimentos , el mundo se
interesa hoy en el consumo de alimentos que no lleven transgénicos, nuestros
países se convertirían en el granero del mundo, ya que aún se conservan incluso
viejas prácticas en los cultivos y en la producción de alimentos, el cuidado de
la naturaleza por la ecología, será gran fuente para el turismo ecológico que
ligado al turismo de aventura, cambiarían la oferta turística que hoy beneficia
algunos países y otros indirectamente, como el circuito turístico que oferta
Machu Pichu en el Perú y Bolivia se beneficia por que algunos turistas como
oferta adicional visitan Tiahuanacu.
El
estigma de América Latina como modelo de Estado productor requerirá una estrategia
de desarrollo que se adapte a las características de los mercados mundiales
actuales, sin embargo “en el fondo la estrategia de desarrollo requiere antes
desarrollar las capacidades, para luego llegar a la fijación de objetivos”
(Grebe: 2008). Estas capacidades incluyen desde mi punto de vista como aspecto
radical un proceso educativo que logre en hombre y la mujer de América Latina, un
cambio de actitud, que desarrolle competencias de honestidad, competitividad,
puntualidad y responsabilidad. Este proceso de buscar un perfil de ser
latinoamericano implica el manejo de lo social y sobre esto Zavaleta decía que
en lo óptimo social las fronteras entre Estado y frontera social no son siempre
las mismas.
RESUMEN
No
hay historia sino una historia mundial, los pueblos y los estados reflejan lo
que trasciende de su historia, en esa evolución Bolivia en cuanto sistema
mundial es el reflejo de América Latina, de este lado del mundo compartimos una
herencia ligada al poder y la economía colonial, el comportamiento de nuestra
sociedad latinoamericana se ve inmerso en cada una de las conductas de nuestro
país. Recordemos que después de la
Colonia , en la república el sueño del Libertador Simón
Bolívar fue que unidas las naciones que él liberó seríamos un gran nación,
en nuestro país seguimos añorando la
falta de decisión en su momento, para ser parte de la Confederación Perú
Boliviana.
Bolivia,
corazón de América latina por su ubicación geográfica, pero vulnerable por su
mediterraneidad, en otrora ocupando un lugar preponderante en la economía
mundial, al ser país productor de minerales, deja como herencia una actitud de
pobreza, de explotación, el siglo XVI fue funesto, al enterrar nuestras
iniciales prácticas económicas que en desarrollo alcanzarían la magnificencia
de otros pueblos, pero es el destino de los pueblos conquistados, perder su
cultura, sus valores, sus costumbre y su dignidad. En esa herencia queda la
pesada carga de la administración del Estado tal cual se gestiona en la Colonia , se replica en la República y hoy en día
tramos de seguir buscando en la minería una manera de subsistencia. No sabemos
hacer otra cosa que arrancarle a las montañas su riqueza y expuestos a los
avatares de la economía mundial, esperar mejores días para lo que queda de
producción minera.
En
el marco de la sobrevivencia como país minero, tiempo hace que el oro y la
plata fueron el motor de la economía, al aparecer el papel moneda, viene el
advenimiento de la industria y con ella los substitutos del vapor, los
combustible, el petróleo, con este avance en el uso de la energía nos
beneficiamos al tener grandes reservas de petróleo, Sin embargo el país debe
estar preparado para los cambios que tiene el pensamiento y el conocimiento que
lo moderniza, será preciso también que
el Estado reconozca que se alcanza la modernidad no por condición solo social
sino por una base natural que es la economía, si solo el país atiende a cambios
sociales y no se inscribe en el
desarrollo mundial, es posible que vaya a quedar en la misma situación de
cuando se acabó la minería, aún así el Estado ha creado en la población un afán
malsano de querer vivir de este a toda costa, con un gran aparato estatal
improductivo, se cera esa mentalidad de querer ser rentista y segundo por
cerrarse en reivindicaciones sociales y de raza, mientras que el mundo sigue
avanzando y nuestros vecinos, en este caso los países de Latinoamérica al
mantener una política económica estable que se enriquece con el barniz social,
permite estas modificaciones a las políticas públicas. Mal de todos consuelo de
pocos, dice el refrán, es el comportamiento habitual de sociedades
monoproductoras, que dejan una estela de pobreza a su paso.
Dirá
Schuldt, nuestro autor citado permanentemente que ese proceso de
sobreendeudamiento, vivido en los países exportadores de petróleo durante los
70, se repite en la actualidad, pero con algunas diferencias. El auge petrolero
de aquella época encontró a los países petroleros, particularmente a los
latinoamericanos, como Venezuela y Ecuador, con una economía menos dependiente
del exterior. Así como en los emiratos árabes sin embargo y en otras realidades
que viven del petróleo esa aparente opulencia, si no está acompañada de
procesos de desarrollo sostenible, están destinadas a su desaparición.
En
el Análisis de Grebe en que la economía
mundial atraviesa por dificultades que,
de alguna manera, influyen en
nuestro país, aunque no de manera gravitante por las reservas económicas, sería
propicio adoptar líneas que respondan a las necesidades del mercado mundial,
fomentando nuestro pensamiento de país que ya no es minero y pronto menos
petrolero.
Hoy
la región si se ve amenazada por que principalmente la exportación del petróleo
tendrá un consumo interno, también su población es de alto riesgo, de ahí que
los procesos migratorios altos, que son parte del ingreso de divisas a los países, podría acabar en cualquier
momento, pero los nuevos riesgos son
globales y locales, “glocales” dice Beck, esta posición podría llevarnos
a pensar que la producción de Latinoamérica que al temer sobre su inserción en
el mundo globalizado, colapse desde su interior cuando su oferta, similar entre
países, llegue a saturar un determinado mercado. Ante este panorama la
respuesta se hace necesaria en cuanto unifiquemos un solo sentir y pensar en
América Latina, estos intentos desde el Libertador Simón Bolívar hasta hoy
podrían ser plasmados en realidad a partir del Proyecto de Zona de Paz Andina.
América
Latina, por sus características en su desarrollo, requiere, unirse, formar una
sola América que es un deseo atribuido al Libertador Simón Bolívar, en un
pensamiento universal una sola América, sin embargo, pudo más el divisionismo y
como consecuencia el retraso en el desarrollo de los países sudamericanos, o
por lo menos la no igualdad. Grebe nuestro autor analizado, plantea que “de
manera general, los países andinos enfrentan condiciones adversas de acceso a
los mercados de los países desarrollados”, hoy en día, es difícil que
ingresemos en mercados europeos precisamente por las fuertes condiciones de
calidad que no pueden ser cubiertos por los países Latinoamericanos que desean
exportar. En esta propuesta nos encontramos con un nuevo enfoque de desarrollo
que no se lo obtiene por decretos solamente sino por una actitud de país ante
una realidad. En el enfoque de Bresser Pereira, este proceso es una estrategia
nacional.
En
indudable que la calidad de la industria del mueble, por ejemplo hace que
observemos en nuestros países latinoamericanos calidad en acabados, una
prolijidad artesanal, pero también vemos una mano de obra barata, que de
acercarse a los países superdesarrollados, podríamos estar en el mismo nivel,
sin embargo, si antes decíamos que en Bolivia los cambios y los procesos son
tardíos y tediosos en la implementación de procesos de desarrollo, de la misma
manera en América Latina, encontramos procesos en los que marcadamente se dan
por la fuerza del querer un desarrollo basado en la necesidad de implementar
estrategias nacionales de desarrollo. El desarrollismo no fue una teoría
económica, sino una estrategia nacional de desarrollo.
El
desarrollismo tiene su base en la creación de una estrategia de carácter
psicológica que hace del individuo un ser más social que no cambia por que el resultado de la
economía en su forma sino que mantiene su actitud como política de Estado, sin
variar la corriente de la economía. Este
carácter es importante de ser analizado, ya que los cambios que se pro9ducen
actualmente en América Latina, son estudiados, analizados y anunciados a partir
de un cambio radical en la economía, hay la tendencia de destruirlo todo para
comenzar de nuevo, el objetivo de los cambios siempre es la economía, se habla
de cambios trascendentales y de nuevas estructuras, parece que es mas
convincente el anunciar tal hecatombe cual si se fuera a salvar el país por su
economía.
Hoy
nos debatimos en estados que tratan de inscribirse en la totalidad a nivel
mundial y otros que al haber sido muy maltratados se convierten en líderes de
procesos que no son acordes al pensamiento del mundo globalizante.
Al
desarrollismo le sobreviene un clima que
es un requisito principal para su
implementación y es la democracia interna en los países de América Latina, si
cumplen esta condición, tendremos una hermenéutica de ser democráticos también
en el interior, para ser bien representados en el parlamento y así velar por
sus regiones, parece que el centralismo en la administración del Estado nos
ocupa de tal manera que la mirada miope hacia la realización o consolidación de
un sistema democrático no pasa por este momento. Ozlak dirá que , será muy
difícil la gobernabilidad cuando los gobiernos subnacionales forman bloques de
oposición contra el centralismo del Estado nacional. Sin embargo, aún en esa
mentalidad de rentista, se encuentra al potencial conocedor de cierto tipo de
rubro, dirá Grebe al respecto que a veces la falta de análisis profundo de los
gobernantes tendrá consecuencias funestas. “Se nacionalizan las minas en un
momento en que su base técnico material necesitaba grandes inversiones” (Grebe:
2008).
El
análisis de la inscripción de América latina en el Sistema Mundial, me permite
concluir que hoy, las condiciones están dadas, con un gobierno que permita el
desarrollo de una sociedad civil madura, que tenga una actitud de apertura
hacia los mercados mundiales, en un clima de hermandad con los demás países de
América Latina, nos embarcará en un desarrollo que reflejado en toda la región
podría ser la solución para subir los estándares de pobreza y mejorar la
calidad de vida.
También
este análisis, nos hace comprender que en estos procesos de cambio y
estructurales de reubicación de zonas de productividad, lo que tenemos que
hacer es educar a nuestras poblaciones en actitud de miar e inscribirse en el
progreso, las miradas al pasado, lamentos de orden reivindicatorio por aspectos
raciales o de carácter étnico, nos volverán a sumir en la pobreza, como lastre
que frena el desarrollo nacional.
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